Con un rugir de motores tan ensordecedor como nunca se había escuchado en el sistema solar, partía del astillero principal del Satélite Fábrica de la REF la nave más poderosa que jamás había salido de sus muelles de montaje, incluso en sus más de 150.000 años de historia: La "Bahamut", primera de la nueva clase "Colossus" de Fortalezas Súper-Dimensionales.
Con más de 6 kilometros de largo en su modo de navegación y 4 cañones super-dimensionales reflex del misma modelo empleado en el SDF-3, capaz de llevar un complemento aéreo de más de 600 cazas, y con suficiente artillería "secundaria" como para reducir a cenizas la superficie de un planeta civilizado en cuestion de horas, podía fácilmente dejar fuera de combate a una Nave Madre Tiroliana con una sola andanada reflex. Era el primer paso de un esfuerzo inmenso que hacía la flota de la Tierra, reducida a la nada hasta hace pocos meses, para estar a la altura de las circunstancias. No había, ni había habido una nave de aquel poder individual en toda la galaxia conocida.Su botaduro coincidía con el primero de enero de 2045, año en que la Tierra planeaba terminar, de una vez por todas, la última de sus guerras. Pero las Colossus no estaban solas. Unos días antes, había salido de los astilleros el "Roma", de la nueva clase de acorazados veloces "Gloria".
Con su kilómetro y algo de longitud, tenía el tamaño de una de las viejas "Tokugawa", pero montaba un cañon réflex, una configuración digital tipo "Dradis" en sus sistemas de sensores SD que le permitía una mayor coordinación con los Cazas Varitech durante la batalla, y un impresionante juego de propulsores que le daban la maniobrabilidad de una nave mucho más pequeña. Pensada como elemento de maniobra independiente, era una nave para la nueva guerra, donde el asalto planetario que dominaban naves como la Ikazuchi perdía importancia ante el combate espacial. Misma filosofía compartían las nuevas naves porta-varitech de la clase "Legendario", de tamaño similar, la primera de las cuales,la "Hercules", estaría lista en unos días.
El nutrido programa de construcción de la REF comprendía suficientes números de estos modelos de naves para permitirle igualar, en unos pocos meses, el poder de fuego Reflex de la flota soviética,
aunque absolutamente nadie fuera a reconocer esto frontalmente. Tal esfuerzo costaría mucho, en especial en materiales, y no iba a poder sosternerse demasiado tiempo, pero con el Satelite Fábrica la proeza parecía posible, pese a que el punto de partida había sido una flota terrestre prácticamente inexistente por haber sido aniquilada por completo. De todos modos, los soviéticos parecían más preocupados en modernizar y estandarizar sus viejas naves que en construir nuevas. Equiparar el poder de fuego no era una mera cuestion de relación de poder, sino un importante elemento en el amor propio terrestre, el tener una flota lo suficientemente poderosa como para defender, si fuese necesario, todo el sistema solar por sí solos. Así olvidaría la gente la amenaza y la indefensión que habían sentido ante el a
-Esto es inaudito! Estos sujetos están tratando de quitarnos
nuestros planetas!
El hombre de rasgos orientales no perdió ni un milímetro de
su calma ante los desaforados gritos del Embajador Tiroliano, que lo sacaron de sus pensamientos con respecto a la Flota de la Tierra. Habían pasado nada menos que 25 años, y mucha, mucha agua bajo el puente desde que, joven e idealista, intentaba guiar la carrera de su amada prima como mensajera de la paz. Sus ideales no habían cambiado, pero su perspectiva sí. Habia entendido aquel viejo adagio, si vix pacem, para bellum
-El interés de los soviéticos en Sferis fue totalmente inesperado. Pero le repito, la Tierra tiene problemas más inmediatos que el auxiliar a planetas que estan literalmente, a muchos años luz de aquí. Lo sentimos, pero no tomaremos ninguna medida siqueira diplomática al respecto, incluso si Sferis se une a la ISIS
Las palabras del ministro de defensa habían sido simples, pero lapidarias. Cuando el Tyroliano intento volver a la carga y abrió la boca para levantar la voz, la firme palabra de Lynn Kyle se le soprepuso
-Y le recuerdo, caballero, que Tyrol no existiría en este momento de no ser por la sangre derramada de miles de hombres y muchachos de la Tierra que fueron a pelear su guerra, mientras sus aristócratan llegaban aquí y destruían lo poco que habíamos podido levantar tras el bombardeo zentraedi....- el rostro de Kyle se ensombreció -Las fuerzas políticas locales que pretenden oponerse a las iniciativas soviéticas, son las mismas que los Odia a todos ustedes por el desastre que causaron. Yo diría, caballero, que se llame a silencio, antes de que yo decida que la mejor forma de tenerlos contentos es romper relaciones con Tyrol-
Kyle no parecía ponerse límites. Las protestas del embajador le importaban muy poco, y sólo le había concedido audiencia por obligación. El, personalmente, no tenía ni idea de de donde quedaba Sferis, y que fueran a liberarlo rusos y zentraedi era algo que lo tenía sin cuidado; por otro lado, habiendo estado en la tierra en el final de la década de los 2020s, guardaba muy poco amor por los Tyrolianos.
-Muy bien- dijo el embajador Tyroliano tratando de conservar la compostura -si las cosas son así, tendremos que velar nosotros mismos por nuestros intereses.- dijo, molesto, el embajador, antes de retirarse a paso rápido.
"Aquello había sido una amenaza?" penso Kyle. Sonaba algo gracioso. Como si la Tierra le debiera, todavía, algo al planeta de los Maestros Robotech....Lo que sí era cierto, es que aún a él le sorprendió la decisión soviética de enviar tropas tan lejos. El espionaje no había revelado que hubiese ninguna intención de ganarse a Sferis de parte de Marte. Quizá había sido una iniciativa de los cuadros inferiores, despues de todo. El tiempo lo diría, pero la Tierra tenía otras cosas en que pensar. Industria. Desarrollo, Trabajo, Guerra. Lo necesario para vivir y prosperar, frase hecha que hoy dia resultaba tan difícil de cumplir.